(basada en la historia contada en clase por José María Salazar, presidente de CEMENA ayer en LA CASA DE TODOS, Vallehermoso. ¡Muchas gracias!)
Pedro se encontraba en su cuarto intentando solucionar uno de los Problemas Legendarios después de la cena, cuando de repente un pequeño murciélago entró por la ventana. Para sorpresa de Pedro, este se convirtió ante sus ojos en una pequeña vampira. Asustado, dio un brinco hacia atrás.
- "¡Ostras! ¡Por fin voy a tener un amigo en cuanto te convierta en vampiro!" exclamó feliz la pequeña vampira, acercándose a Pedro, que seguió retrocediendo. Se paró de repente al ver el tablero de ajedrez.
-"¿Te gusta el Ajedrez? ¡A mi me encanta!"
Pedro, que no tenia ningunas ganas de convertirse en vampiro, tuvo una idea.
-"Si te gusta el Ajedrez... ¿jugamos una partida?-le preguntó algo tímido Pedro. "Si ganas tú, me conviertes en vampiro. Si gano yo, me dejas seguir siendo humano"
La pequeña vampira accedió y empezaron a jugar. Después de un tiempo, la posición en el tablero era la siguiente, con Pedro conduciendo las blancas:
Cuandro Pedro estaba a punto de realizar su jugada, la pequeña vampira suspiró...
-"Lo siento mucho, pero me encantas. Sabes jugar muy bien al ajedrez, y añoro tener a un amigo con el que pueda jugar partidas todas las noches. Creo que da igual si ganas o pierdes. Te morderé igualmente y te convertirás en vampiro como yo"
Al oír esto, Pedro volvió a asustarse. Si bien la pequeña vampira le caía muy bien no quería convertirse en uno. Le gustaba estar con su familia, jugar el futbol por las tardes, ver a sus amigos....
Al ver la posición, se le ocurrió algo.
-"Acabemos primero la partida, ¿vale?"
La pequeña vampira asintió.-"Claro, pero luego te convertiré en vampiro!"
Pedro realizó su jugada, y la partida continuó así:
Al acabar la partida, ganando Pedro por jaque mate, la pequeña vampira se dio cuenta con sorpresa que el chico la había tendido una trampa. Al ver la posición final en forma de cruz, tuvo que convertirse en murciélago para protegerse del signo.
-"¡Muy listo, pequeño humano! ¡Me has vencido doblemente! ¡Estoy impresionado! Si me dejas, volveré el año que viene para jugar otra partida. Esta vez prometo cumplir con mi palabra. Pero me entrenaré duro para vencerte!
Pedro la vio salir volando por la ventana.-"Tendré que entrenarme también...." susurró para si mismo.